MI PERRO NO ES MI HIJO - Conchi Moreno-
Mi perro no es mi hijo. Estoy harta de oír a gente que diga “como no tienes hijos, tu perro es como tu hijo” o “tratas al perro como un hijo y no lo es”… Sé que NO ES MI HIJO, es MI PERRO. No soy madre, no lo soy, pero tengo claro que el sentimiento de una madre a un hijo no se puede igualar y no puedo imaginar cómo será… Tengo un perro. Un perro al que adoro sí, pero es un perro. A diferencia de un hijo, mi perro nunca se hará mayor mentalmente, no se irá de casa o me cuidará cuando sea viejita. No se hará independiente ni válido por sí mismo: siempre me va a necesitar para poder comer, beber o simplemente hacer deporte. Nunca será adolescente y como tampoco hablará no escucharé nunca frases típicas de un hijo quinceañero y deslenguado como: “paso de ti”, “ es que no me entiendes”, “que pesada eres”, “no tienes ni idea”. Al igual que esas cosas, tampoco oiré un “te quiero”, “gracias”, “te necesito”…No me juzgará, ni me cuestionará. No me pedirá una consola, un juguete, un ca