PERROS DE APOYO JUDICIAL PARA MENORES

Uno de cada cinco niños europeos es víctima de algún tipo de violencia sexual, según datos del Consejo de Europa. En el 80% de los casos los abusos son cometidos por personas de su entorno más cercano. Esto supone un verdadero problema a la hora de conseguir que las víctimas denuncien el abuso y, más aún, que declaren contra sus agresores.
El ambiente en un juicio por abusos supone para los niños una situación muy hostil que puede llegar a inducirles un mayor trauma. Por eso, con el objetivo de que los pequeños se sientan más seguros y tranquilos a la hora de declarar, desde hace años en varios países del mundo, se está llevando a cabo un programa con perros entrenados para dar apoyo emocional a los niños que deben pasar por estos procesos.

Ellen O'Neill-Stephens, ex fiscal del Condado de King (Seattle), desarrolló el programa de perros de terapia judicial en 2003 tras un suceso que vivió personalmente junto a Jeeter, el perro de asistencia de su hijo mayor diagnosticado al nacer con parálisis cerebral. Una vez a la semana, O´Neill se llevaba al perro al trabajo mientras su hijo permanecía con un cuidador social. Cuando se dirigía a su despacho, un colega, le pidió que le prestase su perro unos minutos para intentar relajar a unos pequeños que debían declarar sobre los abusos que habían sufrido a manos de sus padres. En cuanto Jeeter entró en la pequeña sala, el ambiente cambió rápidamente. Los pequeños poco a poco, acariciando al animal, se relajaron y proporcionaron al fiscal suficiente información para presentar cargos contra los acusados.
Ante los resultados de ese encuentro, O´Neill no tardó en darse cuenta de las capacidades de su perro para reducir la tensión en los pequeños y enseguida puso en marcha todos los mecanismos para ayudar en más procesos. Se asoció con la veterinaria Celeste Walsen y juntas crearon la Courthouse Dogs Foundation. Desde entonces esta organización sin ánimo de lucro, capacita a todo tipo de profesionales inmersos en el sistema legal acerca de cómo los perros de asistencia judicial (courthouse dogs) pueden ayudarles en la investigación y enjuiciamiento de delitos u otros procesos legales, acompañando a los menores durante el complejo trago de testificar ante un juez. (Actualmente en EEUU hay 114 perros de asistencia judicial trabajando en 33 estados)
"Son una herramienta para los miembros del sistema judicial, para conseguir sacar más información y hacerlo de una manera mucho menos dañina para el menor".
Chile fue el segundo país en integrar perros de asistencia en el sistema de Justicia. El programa funciona desde el año 2009 y es financiado por Master Dog.
Desde septiembre de 2014, la empresa Dogtor Animal lo está probando como iniciativa piloto en dos Juzgados de Familia de Madrid, donde ya han realizado un total de 120 acompañamientos a menores para menores que declaran en casos de violencia de género.

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