CÓMO ATENDER Y ALIMENTAR A LA PERRA EN ÉPOCA DE LACTANCIA

Una perra se recupera de manera espontánea de un parto natural en una semana aproximadamente. Pero es recomendable tener en cuenta ciertos cuidados para que la convalecencia resulte lo más satisfactoria posible

>  Ubicar a la perra con sus cachorros en un lugar tranquilo

La colocación del nido en un lugar de la casa que no sea de paso es aconsejable para que la perra pueda estar tranquila. Debemos evitar el tráfico descontrolado de personas cerca de la camada. Del mismo modo evitar “la ilusión” de adultos y/o niños por tocar los cachorros. Todo ello, puede provocar en la perra estrés, ansiedad e incluso nerviosismo por defender y proteger a sus cachorros. Las visitas deben ser controladas y siempre dependerán, de la tolerancia de la perra. 

También conviene limpiar a diario el nido y evitar el contacto de la madre con otros perros para que no contraiga enfermedades o parásitos que puedan afectar a los cachorros.

>  Su alimentación

La lactancia es uno de los periodos de mayor desgaste físico y emocional para la perra; dicho desgaste dependerá, en gran parte, del peso que tenga la hembra en el momento del parto, el número de cachorros que tenga, su nivel nutricional y como se desarrolle la lactancia.

Durante las primeras horas es fundamental vigilar a los cachorros y asegurarnos de que el número de pezones es suficiente para todos los pequeños que tienen que mamar, puesto que la primera toma del calostro aportará a los cachorros importantes nutrientes y anticuerpos que les ayudarán a combatir bacterias y agentes infecciosos. Del mismo modo, el calostro,  contribuye a la reparación de tejidos, al óptimo crecimiento celular, potencia las defensas del intestino, fortalece el sistema inmunológico, etc.

Es muy común que tras el parto, la perra no pruebe bocado durante las 12 horas siguientes porque no desea separarse de sus pequeños. Pero, aunque no coma, no debe faltarle agua. Debe tener a su disposición, agua fresca y abundante porque sus necesidades de hidratación son enormes al amamantar a los cachorros. (Un bol cerca del nido es lo más aconsejable)

¿Sabías que durante el periodo de lactancia, el valor energético y nutricional de la leche cambia? Aumenta progresivamente durante los primeros 40 días y desciende poco a poco hasta el día 50, coincidiendo con las fechas en que los cachorros empiezan a ingerir alimentos sólidos. Por eso es muy importante, alimentarla con alimentos premium para cachorros  que aportarán a la leche, suficientes grasas, proteínas, calorías y los nutrientes necesarios para la madre. El alimento deberá administrarse de forma AD LIBITUM (siempre disponible) ya que, debemos tener en cuenta que, la madre,  gestiona su tiempo en base a los cachorros, anteponiendo las necesidades de éstos, a las suyas y por ello comerá siempre que pueda.

NOTA > Durante las tres semanas posteriores al parto las necesidades alimenticias de la madre aumentan hasta cuatro veces más que antes de estar embarazada. Por cada cachorro que amamanta, aumentarán un 25%  sus necesidades nutricionales. Debes prestar atención a su estado, si a pesar de comer lo que desea pierde peso es que su alimentación no es de calidad o no contiene suficientes calorías. Consulta rápidamente con tu veterinario.

Aprovecha el descanso de los cachorros después de las tomas (aproximadamente cada 4h)  para acompañar a la perra a estirar las patas y hacer sus necesidades. Aunque no quiera hacerlo por no dejar sola a la camada, es importante que lo haga. Aprovecha también para examinar el estado de sus mamas. Si hubiera enrojecimiento o irritación, consulta al veterinario.

A las tres o cuatro semanas, los cachorros comienzan a interesarse más por la comida sólida que por la leche materna y en la perra, desciende su interés por cuidar la camada. A partir de este momento (y siempre con seguimiento veterinario) disminuirás gradualmente, la cantidad de alimento diario de la perra hasta que se realicé el destete.