PARAFIMOSIS CANINA
Consiste en la imposibilidad que tiene el perro de retraer su pene hacia su sitio, quedando a la vista los bulbos de la cabeza del pene a ambos lados y el orificio de la uretra en el centro. Esto suele ocurrir cuando el pene del perro está erecto, los bulbos se llenan de líquido y cuando llega la hora de volver a interiorizarlo se queda en el exterior con el peligro y el dolor que conlleva. Si observas que tu perro sufre estos síntomas es urgente que lo lleves al veterinario. De hecho no esperes más de 24 horas en llevarlo al veterinario puesto que la falta de humedad y los roces podrán derivar en una infección y una necrosis que derivara en la amputación del miembro. Es un problema muy doloroso para tu perro, puesto que el orificio del pene estrangula la parte más inflamada llevando a un riesgo innecesario y de fácil solución en manos de un veterinario. Si observas a tu perro en esta situación, lo primero que debes hacer es introducir a tu perro hasta la altura del abdome