LA TORSIÓN DEL ESTÓMAGO: UN RIESGO MORTAL PARA EL PERRO

La torsión de estómago, conocida también por su denominación en inglés “BLOAT”, es una verdadera amenaza para el perro, dado que en muchas ocasiones, si no es diagnosticada y tratada a tiempo, puede suponer la muerte del animal en condiciones dramáticas de intenso dolor.

El estómago del perro tiene sus mecanismos para vaciarse cuando lo necesita. Las flatulencias, el vómito y los eructos son herramientas habituales de las mascotas para cuidar la salud de su estómago. Sin embargo, estos procesos no siempre funcionan de forma adecuada.

El estómago del perro está sujeto por dos ligamentos que, dependiendo de la talla y del volumen de la cavidad abdominal pueden ser o no suficientemente fuertes como para sostener un órgano de gran tamaño y en forma de hamaca pueden bascular más de la cuenta por el movimiento, los saltos, los cambios de postura, pero también como consecuencia de la Dilatación Gástrica (acumulación de gases producidos por la fermentación que tiene lugar durante la digestión de los alimentos)

El problema es que, si estos ligamentos no son lo suficientemente fuertes para asumir la basculación del estómago puede que acabe torciéndose sobre sí mismo. Al estar los ligamentos retorcidos la circulación sanguínea se interrumpe en ambos sentidos provocando deterioros en otros órganos.




Existe una sintomatología para identificar fácilmente cuando el animal empieza a dilatar el estómago, antes incluso de llegar a la torsión:

-  Jadeo insistente
-  Salivación en exceso
-  Expulsión del agua que bebe tras ingerirla
-  Arcadas continuas
-  Está inquieto y no para de moverse. Dando vueltas sobre si mismo
-  Es incapaz de tumbarse o sentarse
-  Su tripa se dilata a gran velocidad y se tensa. (Si damos golpes secos con los dedos suena como un tambor)
-  Eructa y/o sufre espasmos abdominales

Si hemos detectado estos síntomas en nuestro perro, debemos llevarlo de inmediato a la Clínica veterinaria más próxima aunque no sea la habitual, para que el Veterinario alivie inmediatamente la presión estomacal y estabilice al animal enfermo. Dependiendo de la gravedad se necesitará intervención quirúrgica.

Prevenir la Torsión de Estómago

-  Elevar los comederos hasta la altura del pecho de nuestra mascota (muy importante). Con ello evitaremos que el animal trague excesivas cantidades de aire disminuyendo así los gases dentro del estómago.


-  Para los perros ansiosos al comer, existen en el mercado, comedores especiales. Con ellos, se les obliga a comer más despacio.


-  Evitar ejercicio físico (jugar, correr) tras la comida supone un esfuerzo respiratorio que favorece la torsión.
-  Alimentar dos veces por día (si son cachorros, tres veces al día); si no come una de las raciones NO duplicar la siguiente. Si sólo se le puede dar una comida, utilizar preferentemente una ración rehidratada (el lavado gástrico es más rápido con alimentos húmedos).
-  No alimentar al perro si está excitado.
-  Evitar la ingesta excesiva de agua tras la comida.
-  Si van a viajar es mejor que lo haga en ayunas
-  No alimentar al animal a última hora de la noche.
-  Evitar darle alimentos que después le producen excesivas flatulencias



MUY IMPORTANTE: Hay que tener en cuenta que cualquier perro que supere una crisis de dilatación/torsión tiene mayor riesgo de que esta se repita en las semanas y meses posteriores, incluso si ha sido intervenido.

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