CONDUCTAS ESTEREOTIPADAS EN EL PERRO


Cuando hay cambios en nuestro entorno ya sea por relaciones laborales, personales, sociales… durante largos períodos, vivimos alteraciones en nuestras emociones. Algunas de ellas, pueden llevarnos a la frustración, la desesperación, la depresión… con toda la ansiedad que eso conlleva. En los perros sucede lo mismo.

La llegada de otro perro o un bebé al hogar, una mudanza, un cambio en la rutina de su amo, la pérdida de un animal de compañía o de un integrante de la familia, la soledad… cualquier situación que nuestros amigos sientan que no pueden controlar, les produce un estado de estrés que desencadena en ansiedad y en consecuencia, adquieren conductas nuevas que aunque puedan parecer graciosas están muy lejos de serlo. Son las llamadas conductas estereotipadas.

Cuando la ansiedad se prolonga se convierte en una patología y entonces el perro entra en un circulo vicioso del cual es incapaz de salir por si mismo. Para alcanzar su equilibrio interno, encuentra una conducta “estereotipada, obsesiva” con un patrón repetitivo que lo tranquiliza momentáneamente. 


Ejemplos de conductas:

-  Persecución de la cola.
-  Ladridos excesivos 
-  Comportamientos compulsivos como lamerse continuamente las patas o mordisquearlas 
-  Conducta destructiva
-  Hiperactividad
-  Lamido de objetos
-  Dar vueltas sobre sí mismo sin parar.
-  Lamido de patas continuo o mordisqueo de ellas provocando incluso lesiones
-  Rascado continuo del suelo sin motivo alguno.
-  Hacer agujeros de manera continuada
-  Pasear de manera constante por un mismo lugar durante bastante rato (caminar sin sentido de un lado al otro de la valla)

Estas conductas se desarrollan por una acumulación de ansiedad importante en el perro.


FACTORES MÁS COMUNES

Entorno pobre en estímulos  físicos o mentales 
El aburrimiento es uno de los peores males. 
Estimular su mente es un aspecto importante a la hora de reducir el estrés de perro. Para ello, los juegos son fundamentales. Dedica pequeños momentos del día a jugar con tu perro, también puedes hacerlo con los paseos,  lanzarle la pelota o proporcionarle juguetes interactivos que estimulen mentalmente a nuestro perro , incluso sin estar nosotros presentes. Los más populares son aquellos en los que podemos introducir comida en ellos, dificultando el acceso a ella. El perro se entretiene mucho con ellos ideando como conseguir “el premio”. También podemos juegos caseros con cajas de cartón, fiambreras etc.


Libro: Jugar con su perro de
Cristina Sondermann
Editorial Vecchi

Otra forma muy eficaz de agilizar su mente es colocando un poco de pienso o algun premio que le encante (a uno de mis perros le motiva el embutido de pavo. Para esta actividad, lo corto en daditos)  por las distintas esquinas de la casa, así intentará encontrarlo mediante el rastreo. También es bueno llevarlo a pasear de vez en cuando por lugares nuevos, para que encuentre nuevos olores y, en general, nuevas motivaciones.

Entorno estresante  Tu estado emocional importa. Los perros tienen un nivel de empatía mucho mayor al nuestro, esto quiere decir que son capaces de adoptar nuestro estado como suyo. De manera que si nosotros estamos estresados, ellos pueden estarlo. Si esta es la causa, reducir tu estrés es el primer paso para intentar calmar a tu perro.

Poca sociabilización

El miedo: Culpable de gran parte de las conductas inadecuadas en el perro. Incluso en perros controladores existe el miedo en no controlar una situación determinada.

Mala alimentación:  Si esta es la causa, deberás acudir a tu veterinario para que te indique las pautas a seguir. Recuerda que cuando cambiamos la comida de cachorro a adulto debemos hacerlo de manera gradual, mezclando ambas comidas hasta que eliminamos por completo la antigua. Lo mismo ocurre cuando queremos cambiar de marca o tipo de pienso.

Factores antrópicos inadecuados:  La importancia de la relación del humano con el perro es indiscutible y debe tenerse en cuenta que una relación equivocada puede provocar complicaciones en la convivencia.

Una causa médica: La aparición de alguna enfermedad que todavía no ha presentado síntomas o, simplemente, no apreciaste. Por eso, es muy importante que le des importancia a todo lo que respete a tu amigo peludo y si notas algún cambio drástico, que lo lleves al veterinario.


CÓMO ACTUAR

En primer lugar, como dueños, debéis comprometeros a ayudar a vuestro amigo canino. El compromiso debe ser total. Si no existe una voluntad sincera por parte de todos los miembros de la familia, será muy difícil que se produzca algún cambio.

A partir de ahí, acudir a vuestro veterinario de confianza para que realice una evaluación clínica y os derive a un etólogo. También podéis acudir a un técnico en modificaciones de conducta que os enseñe a trabajar y cooperar por el bienestar de vuestro amigo.


Tener un perro es un compromiso de vida. Su bienestar depende de vosotros.





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