COMBATIR EL MAL ALIENTO DE MI PERRO
Una de las causas del mal aliento canino (halitosis) es una
higiene bucal deficiente o a ciertos hábitos alimentarios poco saludables.
La prevención, en ocasiones, es la mejor cura. Por ello,
debemos incluir en el cuidado de nuestros perros unas rutinas de salud, higiene
y alimentación.
Habituar a nuestro peludo a una limpieza de dientes no es
nada absurdo y al igual que el cuidado de oídos debería formar parte de nuestro
cuidado. En el mercado, existen cepillos de dientes y pastas dentífricas especiales
para ellos. Una vez, os hagáis con el kit entero preguntar a vuestro
veterinario la forma adecuada de cepillarle los dientes y la frecuencia.
NOTA; No todos los cepillos son adecuados para todos los
perros. Lo mismo sucede con las pastas. Hay de diferentes sabores. Buscar
aquella que le sea agradable a vuestro amigo
La alimentación es otro aspecto que afecta directamente a la
creación de placa bacteriana y en consecuencia, al mal aliento. Una dieta
húmeda favorece que la comida se quede incrustada entre sus dientes y se genere
sarro con mayor rapidez. Es mejor una dieta seca rica en nutrientes para
mantener sana la boca de tu can. Por supuesto, la cal del agua también afecta a
este problema y, por ello, es recomendable que des a tu perro agua filtrada.
Debemos mantener impíos los cuencos de comida. Ya que si
dejamos restos de comida, con el tiempo se descomponen creando un nido de
bacterias que son perjudiciales para la salud de nuestro amigo en términos
generales.
NOTA: Hay alimentos de consumo humano que son favorables para
prevenir y combatir la halitosis canina. Entre ellos la zanahoria (al roerla se
limpian los dientes) y el apio, perfectos para eliminar la placa bacteriana. (Hay
que suministrarlos con moderación).
No dudes tampoco en comprarle distintos aperitivos caninos diseñados
especialmente para el cuidado de sus dientes y encías: Barritas dentífricas,
huesos para roer… dáselo de vez en cuando. De esta manera tu perro ejercitará
su dentadura a la vez que la limpiará y pulirá.
Los juguetes duros de caucho natural o nailon son otro
elemento necesario. Limpian los dientes y masajean sus encías. Las cuerdas
retorcidas también son una buena opción.
Si tu perro tiene ya, una notable cantidad de sarro, acude
al veterinario para que le realice una limpieza bucal de este forma evitarás el
problema de la halitosis y del mismo modo evitarás problemas mayores.
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