LA SORDERA EN LOS PERROS

Es una afección más común de lo crees. Uno de cada cinco tiene problemas para oír, de forma total o parcial.

El oído de un perro tiene tres partes: una externa, visible, que es la oreja del animal. El oído medio, que conecta la oreja con las partes profundas, sirve para proteger al animal de los sonidos excesivos. Y el oído interno: un conjunto de conductos y cavidades rellenas de líquido que le confiere al animal la capacidad de oír, pero también de guardar el equilibrio.

Existe una prueba (bastante costosa) llamada BAER que puede medir la respuesta del cerebro al ruido o la carencia de ésta en un cachorro a partir de las 7 semanas.  Se colocan electrodos en el cráneo y en las orejas del perrito y se transmiten estímulos auditivos a modo de clicks directamente en un oído registrando la respuesta cerebral en cada instante. Cada oído es examinado individualmente y la duración total de la prueba está entre 10 y 15 minutos.

Causas de la sordera

> Problemas en el nervio auditivo (responsable del equilibrio y la función auditiva)

> Desgaste del nervio auditivo (común en perros seniors)

> Malformación de la estructura del oído y el nervio auditivo (en cachorros)

> Inflamación, infección o un tapón de cera en el oído (debidas principalmente por una escasa higiene del animal por parte del dueño). Suelen ser temporales pero si no se tratan adecuadamente pueden causar daños irreversibles en el conducto auditivo.

> Secuelas del moquillo

> Tumores en el conducto auditivo o cerebral

> Cáncer en el conducto auditivo

> El mal uso de medicamentos y/o los efectos secundarios de estos pueden causar daños irreversibles afectando el odio del perro.

> Antibióticos

> Quimioterapia

> Exposición duradera a sonidos extremadamente fuertes

> Un traumatismo en la cabeza dañando el conducto auditivo.

> Genética o razas predispuestas a la sordera como: Bull Terrier, Dálmata, Gran Danés (Dogo Alemán), Dogo Argentino, Cocker Spaniel Inglés, Setter inglés, el Jack Russell...

> Perros con ojos claros

> Perros blancos o con gran parte del pelaje blanco. Obviamente, esto no significa que todos los perros blancos sean sordos o acaben siéndolo. El problema reside en la falta de pigmentación en la piel del oído interno. Esto provoca que las terminaciones nerviosas de esa zona se atrofien y mueran durante las primeras semanas de vida de los cachorros, resultando en una sordera. La pigmentación del oído interno no puede verse a simple vista por lo que no depende, en absoluto, del color de las orejas ni de ninguna otra parte del cuerpo.

> La vejez. Reducción paulatina de la capacidad del perro para oír ciertos sonidos.

> Hereditarias. El Dálmata es la raza más afectada en este caso. Por eso los clubes de la raza de países como EEUU, Austria, Holanda, Bélgica, Los Países Nórdicos, Alemania, Inglaterra… exigen el certificado BAER para la responsable reproducción. Lamentablemente, en España no es así.