LOS PERROS MARINES DE GUAM

A finales de 1942 los responsables del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos estaban preocupados por el alto porcentaje de bajas que sufrían sus tropas en la Batalla naval de Guadalcanal, llamada también tercera batalla de la Isla de Savo o tercera batalla del mar de Salomón, que enfrentó a las fuerzas Aliadas (principalmente estadounidenses) contra las fuerzas japonesas.  La batalla consistió en una secuencia de ataques combinados por mar y aire que duró más de cuatro días (desde el 12 al 15 de noviembre de 1942)

Se suponía que los marines habían recibido un entrenamiento específico para la guerra en los trópicos, pero las condiciones del combate en las junglas del Pacífico resultaron ser mucho más duras de lo que nadie había esperado. Además del calor, la humedad, los insectos y las enfermedades, tenían que hacer frente a un enemigo que mejor adaptado a la selva que ellos, los hostigaba continuamente. Visto el terrible fracaso decidieron tomar una serie de medidas y entre ellas estuvo la de poner en marcha, el primer programa oficial de entrenamiento de perros de guerra del Cuerpo de Marines.

El Dobermann Pinscher Club of America fue contactado para reunir dobermanns para el reciente programa “Marine Corps War Dogs Training” en Camp Le Jeune,  la gran base de entrenamiento de los Marines en Carolina del Norte. El Presidente del DPCA, ayudó a la obtención de los perros entregando él mismo varios ejemplares y haciendo un llamamiento entre los propietarios de Dobes prometiendoles que sus perros les serían devueltos si no alcanzaban la meta prevista. Obviamente, los propietarios debían firmar la transferencia de sus perros al cuerpo de los marines.

Los perros de la Marina fueron llamados “Devildogs” (perros diablos). El 90% de ellos eran Dobermanns. También habían algunos Pastores Alemanes y otros tantos que fueron enrolados por la población civil.

El programa nació en Noviembre de 1942, y unos meses después, en Enero de 1943, el primer grupo de trece dóbermans estaba ya recibiendo adiestramiento en “Camp Lejeune”.
Al llegar al campamento cada animal era tatuado en la oreja derecha y los números del tatuaje se registraban en un libro junto a sus nombres, raza, fecha de nacimiento y fecha de alistamiento. Los perros aprendían primero a obedecer órdenes de voz y señales gestuales. Después, recibían un entrenamiento especializado según las funciones que fuesen a desarrollar (centinelas, mensajeros, sanitarios y exploradores).  Los “Devildogs” fueron entrenados para no ladrar alertando así de la detección de extraños son distintas señales para no revelar su posición.

En 1942, los Japoneses conquistaron Hong Kong, Singapur, Tailandia y Burma en el Oeste del pacífico y las Filipinas, las Islas Marianas y las de Salomón en el Pacífico oeste central.

El primer pelotón de perros de guerra fue enviado a Bougainville junto al 2º Batallón Raider. Los pelotones segundo y tercero sirvieron en Guadalcanal, Kwajalein, Eniwetok y Guam.


Los perros marines de Guam

La batalla de Guam, isla de 48 kilómetros de largo y 14 de ancho, se llevó a cabo entre el 21 de julio y el 10 de agosto de 1944. En ella, los perros tuvieron una actuación destacada. Formaban avanzadas  acompañando a los infantes y exploraban cuevas, pozos, detectaban minas ... y cumplieron tareas de centinelas vigilando noche y día los campamentos y los cruces de caminos.


De los sesenta perros que desembarcaron en Guam, catorce murieron en combate y otros diez por accidentes, enfermedades tropicales, golpes de calor o agotamiento. En cuanto a sus acompañantes humanos, tan solo un adiestrador murió durante una patrulla. Los veinticuatro perros fueron enterrados en el mismo lugar en el que se dio sepultura a los marines muertos en la batalla, en Asan, el punto de desembarco inicial en la isla.


Años más tarde los restos humanos fueron exhumados y enviados de vuelta a Estados Unidos. Las tumbas de los perros, marcadas con pequeñas lápidas blancas, se quedaron allí hasta que en la década de los 80, cuando el Capitán William W. Putney, médico veterinario que había estado al mando del 3rd War Dog Marine platoon en Guam, inició una campaña para trasladar a los perros olvidados de Guam. Esta moción fue apoyada por los miembros del United Dobermann Club y muchos propietarios de Dobes. 


Cuando las tumbas iban a ser trasladadas, la Marina hizo los arreglos necesario para que el cementerio fuera ubicado en la Base Naval estadounidense “Orote point” (ubicado en la Península de Orote, Guam) siendo bautizado oficialmente como Cementerio Nacional de Perros de combate. El 21 de julio de 1994, el 50º aniversario del inicio de la batalla, se inauguró un monumento, formado por una lápida de granito con los nombres de los veinticuatro perros allí enterrados y una estatua de bronce de un doberman, representando a Kurt, el primer perro muerto en acción en la isla. La escultura tiene por título “Always Faithful” (en referencia al lema del Cuerpo de Marines, “semper fidelis”) representando así a los más de 800 perros que sirvieron al país durante la segunda guerra mundial.”




En la facultad de medicina veterinaria de la Universidad de Tennessee, en la que William Putney era profesor, hay una réplica del monumento a los perros marine de Guam.

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