EL PERRO Y LOS MESES DE FRÍO

Un perro mantiene su temperatura corporal en base a tres principios básicos: El pelo, la grasa y la masa corporal.

Gran parte de los perros disponen de dos tipos de pelo: el primario básicamente de protección, y el subpelo que funciona como aislamiento y protección del frío. Sin embargo, en las razas de pelo corto (Pinsher, Pointer, Doberman, Braco, Chihuahua, Bodeguero…) esta premisa no se cumple ya que no tienen apenas subpelo. Eso hace que, debamos tener más precauciones con ellos en los meses de frío.

La grasa es importante para la conservación de la temperatura. Una buena capa de grasa debajo de la piel aísla de manera importante. Pero también sucede que en muchas razas hemos eliminado genéticamente la capacidad de almacenamiento de grasa subcutánea. Las citadas anteriormente por ejemplo, tienen menos capacidad de almacenaje de grasa que otros canes.

Los perros son animales de sangre caliente, es decir, mantienen una temperatura constante que ronda los 38’5 ºC, lo que les permite ser activos y realizar las funciones biológicas, sea cual sea la temperatura exterior pero, mantener esta temperatura tiene un importante gasto de kilocalorías. Conforme la temperatura baja, las calorías necesarias para mantener la temperatura corporal constante aumentan. Por eso es recomendable consultar con nuestro veterinario para saber si en épocas de frío, teniendo en cuenta el tamaño, pelaje, salud y edad de nuestro perro debemos o no, aumentar su ración diaria.

Hay otras cosas a tener en cuenta. Por ejemplo; Etamaño (Los perros grandes retienen mejor el calor que los perros pequeños) y el lugar dónde vive nuestro amigo. Algunos dueños, prefieren tener a su perro dentro de casa siempre. En este caso, proteger a nuestro amigo del frío es tan fácil como evitar los cambios de temperatura, abrigarlo si va a salir al exterior (dependiendo de cada animal) y si se moja con la lluvia, secarlo de inmediato pero, hay perros que viven en patios o terrazas... para ellos, lo más importante, es proporcionarles un habitáculo (jaula, caseta, perrera…) bien protegido.  El lugar dispuesto para que duerman debe tener un correcto aislamiento que les proteja de la lluvia, la humedad y el viento. Debe estar bien orientado, debe contar con una puerta abatible, no debe estar en contacto directo con el suelo para evitar así inundaciones y filtraciones de humedad, debe tener techo y siempre que se pueda, poner en su interior cartón, viruta, o una buena colcha.


En cuanto a la pregunta:  ¿Debo abrigar a mi perro en Invierno?... Únicamente doy una respuesta: Depende de distintos factores y del conocimiento de cada dueño sobre sus peludos. Un perro anciano no regula su temperatura corporal igual que un perro joven, y es indudable que las razas de perros de pelo corto no están protegidas contra el frío como las razas de pelo largo. Un perro que sufre artrosis, padece mucho con el frío y la humedad. Del mismo modo, los cachorros aún no tienen su sistema inmunitario al 100% y son más susceptibles a sufrir infecciones y enfermar que los animales adultos y así, podría dar una gran lista...


Hay un pequeño detalle a tener en cuenta... Para nosotros resulta más práctico que el perro no llegue empapado a casa y lleno de barro después de pasar un rato en el parque, pero si el abrigo impide la movilidad del animal o le hace sentir molesto no disfrutará del paseo. No fuerces nunca a tu perro a vestir una prenda si no está cómodo con ella. 






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