ENFERMEDADES RESPIRATORIAS MÁS COMUNES EN LOS PERROS

Al igual que nosotros sufrimos con el frío y con las enfermedades que conlleva, nuestras mascotas también lo hacen. La humedad, las bajas temperaturas y los cambios bruscos de la misma, suelen ser la causa de resfriados y de enfermedades propias de esta época del año

> RESFRIADO
Un cambio repentino de temperatura, un golpe de frío debido a corrientes de aire, a la humedad, a la lluvia, pueden como mínimo producir un común resfriado en nuestras mascotas. Revelándose con secreción nasal, estornudos e irritación de la mucosa nasal, por lo que provoca que el perro frote la nariz con todo. Además, puede tener dificultad en la respiración, decaimiento e inapetencia. Puede que el resfriado se solucione normalmente en pocos días, pero no hay que dejar de prestarle atención al problema ya que en los cachorros podría ser la primera advertencia del moquillo canino.


El estornudo es, en los perros, un síntoma más delicado que en el humano; Si durara un día entero, la mejor opción es ir al veterinario.




> TOS DE LAS PERRERAS


Es una enfermedad canina de carácter vírico cuyo principal síntoma es la tos seca. La mejor forma de prevenirla, es la vacunación del perro a los seis meses de edad. Además, la revacunación anual es fundamental para mantenerla a raya sobre todo, en perros que acuden a residencias caninas o están en contacto con muchos perros de manera habitual. 


El curioso nombre de la enfermedad proviene del hecho de que los centros de adopción de animales (protectoras, perreras) donde no hay una adecuada desinfección y limpieza, son lugares ideales para el cultivo de esta tos.


Los signos aparecen 3 o 4 días después de la infección. Puede presentarse con síntomas leves; sin fiebre o con tos moderada. En estos casos, la enfermedad remite sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en otras ocasiones el perro tiene fiebre (que detectarás en los plantares calientes y resecos, en el abdomen y la náriz reseca) y cúmulo de flemas color verdoso y con mal olor, inapetencia, intolerancia al ejercicio... además de una persistente tos seca. Frente a este cuadro clínico, el veterinario tiene que aplicar un tratamiento que ayude a que los síntomas remitan.




Debes tener en cuenta siempre que, cada perro que padece esta patología presenta unas señales distintas y, por lo tanto, precisa una medicación diferente. 

Una vez que comienza el tratamiento lo habitual es que los síntomas remitan en una semana. Si el perro enfermo convive con otros canes, hay que procurar aislarle del resto, porque se trata de una enfermedad contagiosa. 

CUIDADOS

-  Evitar fumar 
-  Respirar vapor con esencia de eucalipto o menta le alivia las molestias provocadas por la tos. (Colocar una cazuela con agua muy caliente con esencias de estas hierbas. El vapor que emana de la cazuela en el lugar donde el perro suele dormir ayudará a calmar su tos).
-  El ejercicio físico no es recomendable para un perro que sufre tos de las perreras. 
-  El collar en el cuello del perro a la hora del paseo también puede provocar irritación en la garganta del perro. Para aliviar las molestias cambialo por un arnés 
-  Secar muy bien al perro después del baño. En caso de que se moje con la lluvia también debe eliminarse muy bien la humedad del pelaje.



> MOQUILLO O DISTEMPER CANINO


Es una enfermedad vírica altamente infecciosa. El virus afecta al aparato respiratorio, gastrointestinal, y el sistema nervioso central de perros cachorros y adultos. El moquillo se transmite fácilmente por el contacto directo con perros u otro animal infectado por la enfermedad, contagiándose a menudo con las secreciones corporales de dichos animales. Estas secreciones se esparcen como un aerosol en gotas minúsculas que pueden impregnar nuestra ropa, nuestros zapatos, los neumáticos del coche, la bici... Así que, los animales domésticos de interior no están libres de la amenaza del moquillo.



Existen múltiples síntomas que presentan los perros infectados por moquillo canino, pero entre los más comunes se encuentran: Decaimiento, falta de apetito, fiebre, depresión, conjuntivitis (congestión ocular, secreción acuosa o de pus en los ojos), estornudos, vómitos, diarrea (a veces con sangre), engrosamiento de la piel de la nariz, almohadillas plantares endurecidas y resquebrajadas... En estados avanzados el moquillo puede atacar el sistema nervioso, ocasionando así una parálisis parcial o completa, como también convulsiones.

Un perro enfermo de moquillo puede presentar uno o varios de los síntomas antes mencionados. El tiempo que pasa desde que un perro tiene contacto con el virus hasta que presenta algún síntoma puede tardar entre 5 a 24 días aproximadamente.


La mortalidad de este virus es muy alta, aproximadamente la mitad de los pacientes se salva siempre y cuando sea atendido a tiempo por el veterinario y se apliquen los medicamentos que ayuden a incrementar sus defensas ya que con todo esto aumenta las posibilidades de mejoría. Pero, hay que saber que, lamentablemente el tratamiento no siempre es eficaz. Los perros que se recuperan pueden quedar con secuelas nerviosas toda su vida y su recuperación es un proceso muy largo y costoso. La eutanasia es un recurso que se debe considerar una vez agotadas todas las posibles alternativas en cuanto a medicamentos y más aún si el animal se encuentra en un estado de sufrimiento continuo.



La mejor prevención es la vacunación. El virus del distemper forma parte de la primera vacunación que se administra a los cachorros y de todas las dosis de refuerzo anuales.

>  AMIGDALITIS

La amigdalitis inflama las amígdalas, que están ubicadas en las partes laterales de la garganta, dicha inflamación puede desencadenar en vómitos, infección, tos crónica, tumores y enfermedades odontológicas severas. Además los perros afectados con amigdalitis padecen de inapetencia, tos, nauseas y decaimiento, y dependiendo de los factores de la amigdalitis pueden presentar hasta fiebre, o pueden salivar en grandes cantidades.


La única forma de diagnosticarla de manera acertada es observando si las amígdalas están inflamadas o si presentan manchas blancas.


Se cura con la medicación de antibióticos pero, si el perro tiene repetidas recaídas e infecciones y si el veterinario lo aconseja, puedes optar por eliminar las amígdalas. 




> NEUMONÍA


La neumonía en los perros es una enfermedad grave que implica la inflamación de los pulmones y las vías respiratorias inferiores. Por lo general, también afecta el tracto respiratorio superior, es decir, las cavidades nasales, la garganta, la tráquea y los bronquios.

Puede ser causada por virus, bacterias, hongos, parásitos internos y otras sustancias nocivas que entran en los pulmones cuando un perro las respira. La neumonía bacteriana y la viral son a menudo precedidas por una infección en las vías respiratorias. Dos de las causas más comunes de neumonía viral son el virus del moquillo canino y el virus de la influenza canina.
En general la neumonía suele ser una consecuencia de otro padecimiento, enfermedad, virus o infección; en la garganta, la tráquea, el esófago, el estómago, las vías respiratorias y/o los pulmones.
Los más afectados son los cachorros, los séniors y los perros con defensas bajas y aquellos cuyos sistemas inmunes han sido comprometidos como resultado de un tratamiento con quimioterapia o una enfermedad crónica. 
Los Síntomas son: Tos, estornudos, dificultad al respirar, sonidos al inhalar y exhalar, secreciones nasales, pérdida de apetito, letargo, falta de energía, debilidad, fiebre...



> ASMA

Enfermedad respiratoria que afecta a nuestras mascotas, más de lo que muchos pensábamos. Las causas del asma pueden ser variadas, como por ejemplo herencia familiar. Además son provocados por una sustancia que produce una reacción alérgica en el perro, como puede ser: el polen, el polvo, los ácaros, así como otros elementos ambientales que el perro inhala, plantas...
Los signos de esta enfermedad varían según cada animal pero lo más comunes son: Pérdida del apetito, tos, pérdida de peso, letargo, la lengua se vuelve azul si sufre un ataque...


Hay que tener en cuenta que, aunque lo habitual es que el origen del asma canina esté asociado a procesos alérgicos, también puede darse el caso de que el desencadenante sea una enfermedad infecciosa del aparato respiratorio, como la bronquitis o la pulmonía. 



Para prevenir el asma es necesario evitar las sustancias que le den alergia o, al menos, tomar medidas para que no se produzcan recaídas:

-  Colocar un humificador que conseguirá que el ambiente no se quede reseco.
-  Aspirar alfombras y tapicería para acabar con el mayor número de ácaros y polvo posible.
-  Si es alérgico al polen y a las plantas, será mejor que, durante la temporada de máxima floración, el perro evite salir a hacer ejercicio fuera de casa.

Si poco a poco vamos evitando que se produzcan ataques de forma continuada, mejoraremos la calidad de vida de nuestro animal.




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