LA PIROTECNIA Y NUESTROS PERROS

Son muchos los perros que lo pasan mal con los ruidos fuertes,  las noches de tormenta y los petardos, los fuegos artificiales,  las tracas … que se dan en noches de San juan, Navidad, fiestas mayores de las distintas poblaciones y en celebraciones deportivas.  La gran mayoría de ellos buscan refugio en lugares reducidos e inimaginables de nuestra casa (a modo de madriguera donde se sienten seguros), gimotean, aúllan, están inquietos, se orinan… Otros, huyen atemorizados siendo víctimas de accidentes.

Debemos ser muy conscientes de que nuestros amigos caninos tienen el sentido del oído mucho más desarrollado que el nuestro. Llegando a distinguir sonidos a una distancia cuatro veces mayor que nosotros, percibiendo incluso, ultrasonidos que no capta nuestro oído.  


Por regla general la fobia a los ruidos se va adquiriendo poco a poco y depende de muchos factores. Entre ellos nosotros. Nuestro comportamiento ante el estímulo, nuestro ánimo… todo ello puede influir negativamente en nuestro amigo.

Por regla general estos estímulos no son habituales  y se presentan siempre de forma aleatoria e intermitente (tormentas, celebraciones…) Esto hace que nuestros amigos no se acostumbren a ellos y estén más predispuestos a tener miedo.



Por ello es muy importante que les enseñemos a gestionar de manera controlada ruidos similares con intensidades bajas e ir aumentándolas a medida que nuestro perro se va acostumbrando a la anterior. Debemos hacerlo siempre de manera controlada y constante. Con este sistema, la respuesta del animal va disminuyendo a medida que se aumentan los niveles de exposición. Empezaremos enseñando a nuestro amigo el comando (la orden) “quieto”, “calma”… y le daremos un premio. Trabajaremos esto varias veces al día, espaciando cada vez más los premios.  Consigue una grabación de ruido pirotécnico u otro ruido que sepas que afectan a tu amigo y hazla sonar a bajo volumen. Mientras suena trabaja con tu perro el “quieto” con chuches. Una vez superado, vete aumentando poco a poco el volumen de la grabación.



Las sesiones no deberían durar más de unos 10 minutos. En cada sesión vete aumentando el volumen, hasta conseguir que tu mascota se comporte con calma y esté pendiente de ti y tus premios en lugar del ruido.

Si no te ves capaz de realizar este trabajo, acude a un profesional para que os ayude ya que es un trabajo complejo

Otro método más fácil es intentar desviar la atención de vuestro perro hacia un estímulo positivo (juguete, pelota, un hueso para mascar…) para que centre su atención en algo que le guste. Este ejercicio puedes  hacerlo también trabajando con el olfato del perro. Por ejemplo, usando un KONG (es un juguete de goma que se puede rellenar con comida) o escondiendo bolitas de pienso, trocitos de chope o sus chuches por diferentes lugares dela casa. Con este método se puede conseguir que el perro centre su atención en la búsqueda y desconecte del ruido exterior.


Actualmente en el mercado hay productos derivados de feromonas animales que producen un efecto tranquilizante. Algunos veterinarios los usan en sus consultas para que tanto los perros como los gatos se encuentren más cómodos y estén más tranquilos. 

Si tu perro muestra altos niveles de estrés y/o ansiedad, acude a un veterinario. Éste puede que recete algún tipo de tranquilizante para evitar ataques de pánico.

NOTA: No le suministres nunca nada sin previa consulta veterinaria. Hay productos y especialmente medicamentos, que pueden resultar beneficiosos para unos perros y para otros no.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRO COMPORTAMIENTO ANTE EL MIEDO DE NUESTRO AMIGO?

Desde el primer momento que nuestro amigo se enfrenta a ese ruido, nuestra forma de actuar influirá de forma positiva o negativa en él. Debemos transmitirle calma y seguridad.
No chillarle ni castigarle aunque las respuestas o reacciones ante ese miedo sean exageradas (intentar huir, chillar, gemir…) Tampoco debemos acariciarlo ni hablarle cuando muestre miedo. Lo mejor que podemos hacer es ignorarle.  Lo único que se consigue con un chillido, un castigo, un abrazo o una caricia es incrementar y reforzar la conducta que pretendemos evitar.

             






Comentarios

Entradas populares de este blog

PERRA EN CELO Y MACHO DESESPERADO

¿CÓMO ATENDER UNA UÑA O UN ESPOLÓN ROTO?

ENCUBRIR EN OLOR DEL CELO DE LAS PERRAS