LA PROCESIONARIA
A comienzo de la primavera, con la subida de las temperaturas, las orugas anidadas hasta entonces en los Pinos y en los Cedros (las bolsas blancas que parecen enormes telarañas entre las ramas) bajan de los nidos y recorren el suelo en búsqueda de un lugar en el que enterrarse para hacer una crisálida y romperla en julio ya convertidas en mariposa. Se mueven en línea, en procesión (de ahí su nombre) guiadas por una hembra. (Resultan un espectáculo natural)
En ese momento serían presas fáciles para los depredadores si no fueran altamente venenosas. Hay que decir que son, un gran riesgo para personas y animales. Por eso debemos ser muy cautos y precavidos con nuestros hijos y nuestros peludos. El simple contacto con ella puede ser muy peligroso.
La oruga procesionaria posee unos pelitos (Tricomas) que provocan en las personas, reacciones alérgicas muy fuertes: Dermatitis con granitos que escuecen y pican, pluritos o ampollas y a aquellas que sean sensibles pueden sufrir rinitis y asmas, síntomas parecidos a los de la alergia al polen o los ácaros, típicos también con la llegada de la primavera y que se pueden llegar a confundir.
En nuestros peludos (Curiosos por naturaleza). Su instinto a olfatear todo lo que ven e incluso a metérselo en la boca, puede llegar a producirles un cuadro médico muy crítico, llegando incluso a la muerte.
Todo empieza con el perro rascándose la boca, como si quisiera arrancarse algo de la lengua con las garras y salivando abundantemente. Es posible que sufra inflamación de la cara, la boca y la lengua teniendo dificultades para respirar ¡¡¡Debemos correr al veterinario !!! Si nuestro amigo es cogido a tiempo es posible que salvemos su vida pero, la lengua de los animales que hayan chupado una oruga o la hayan ingerido, se necrosará. (Algunos la pierden entera)
La recomendación de los veterinarios es correr a una clínica en cuanto se perciban los síntomas, aunque antes puede lavar bien la boca con abundante agua para diluir el efecto de los pelos urticantes. Si el paseo es por el campo o está uno lejos de una clínica, los especialistas pueden recetar un medicamento en pastillas o en inyección que algunos dueños llevan encima en previsión de un accidente, sobre todo si pasean uno de esos perros aspiradores que tragan todo lo que les atrae del suelo.
Comentarios
Publicar un comentario