¿CÓMO CUIDAR LAS GLÁNDULAS ANALES DEL PERRO?

Es sorprendente pero, este es uno de los temas que más desconocimiento hay por parte de propietarios y que es muy importante conocer para evitar que tu perro tenga infecciones o complicaciones futuras.

Son pequeñas bolsas de 1cm de diámetro, aproximadamente, situadas  a ambos lados de la obertura anal. Estas bolsitas, almacenan material de excreción que es producido por el tejido. Este material consiste en una sustancia líquida, de color marrón-amarillento y maloliente.

La mayoría de los animales son capaces de vaciar sus sacos anales solos. Sin embargo, muchos de nuestros perros han perdido esta capacidad, por lo que el líquido se bloquea y puede obstaculizar el orificio, causando un problema de salud importante. Este líquido, añade a las heces una información de nuestro peludo sobre su sexo, sus enfermedades, su estatus, su temperamento, etc.



¿Por qué es tan importante cuidarlas?

Más veces de lo que creemos, nuestros amigos peludos, tienen problemas con sus glándulas anales y estos se producen cuando las bolsas se llenan en exceso. La causa, puede deberse a una diarrea, una obstrucción del drenaje de las mismas, la alimentación pobre o poco equilibrada, una infección, o un tumor cercano al ano (el tumor benigno de las glándulas perianales o el Circum-carcinoma de la glándula anal, un tumor maligno con consecuencias potencialmente graves)…  

Los síntomas varían mucho, quemazón o picor en la zona del ano (el perro se arrastra sentado, y lame e incluso muerde la zona alrededor del ano), un olor  muy particular, sangrado... Otros, se muestran incómodos, caminan con sus colas hacia abajo, tapan la zona e, incluso, pueden negarse a caminar, como consecuencia de la molestia.

NOTA > Si observas cualquiera de los síntomas descritos, acude al veterinario para que proceda al vaciado. Cuanto más tardes en hacerlo, más doloroso será el drenaje y puede llegar a producirse una infección o una fistula.

Tratamiento

Si las bolsas anales están demasiado llenas, podemos vaciarlas mediante presión, sujetando, cada una de las bolsas entre el pulgar y el dedo índice (imprescindible guante y un pañuelo o una servilleta de papel ya que al vaciarlas, el olor es asqueroso y aunque te laves las manos, persiste) masajeando desde delante hacia atrás.

NOTA > Sino estás seguro de poder hacer esta maniobra correctamente, acude al veterinario para que te indique como hacerlo correctamente. En todo caso, debes tener en cuenta, que no es aconsejable intentar vaciar las glándulas de manera preventiva en casa ya que esto puede estimular la producción del material de excreción, causando, que una glándula tranquila se irrite e infecte.

Si hay una infección aguda, el tratamiento, puede consistir en una pomada antiinflamatoria y antibiótico oral.

Si existe un absceso éste deberá ser abierto y si los problemas se agravan, será necesaria una intervención quirúrgica mediante la cual las glándulas son eliminadas por completo. Pero, hay que tener en cuenta, que esta intervención puede contraer problemas futuros (incontinencia de heces)


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