GARRAPATAS

¿QUÉ SON LAS GARRAPATAS?

Las garrapatas, son uno de los parásitos externos más importantes que existen, no solo por los daños directos que ocasionan, sino también por la gran cantidad de enfermedades que transmiten. (Pueden adherirse a animales y a humanos)

En el mundo existen, aproximadamente, 800 especies divididas en dos grandes grupos: las blandas y las duras (se clasifican en base a la dureza de la membrana que reviste su cuerpo).

Las garrapatas duras son las que más perjudiciales para nuestros animales y para nosotros mismos.  A través de un aparato bucal especial, perforan la piel del hospedador, se adhieren  fuertemente a él y succionan su sangre. Por eso, si una garrapata es arrancada de forma incorrecta, el aparato bucal suele permanecer enterrado en la piel y producir, posteriores infecciones.

CICLO DE VIDA DE LAS GARRAPATAS

Las garrapatas están presentes durante todo el año aunque las épocas de mayor riesgo son en primavera y otoño.  Su ciclo de vida depende de la capacidad que tienen estos parásitos de disminuir sus funciones vitales y quedar en “reposo”, si las condiciones ambientales no son favorables.

El ciclo biológico de la mayoría de garrapatas se compone de cuatro estadios: Huevo, larva, ninfa y adulto. De uno a otro estadio, la garrapata necesita alimentarse de la sangre de un hospedador. En la superficie cutánea de éste, se produce el acoplamiento del macho con la hembra y posteriormente, la hembra cae al suelo, para poner entre 3.000 y 4.000 huevos y luego muere.

ZONAS  DEL CUERPO DÓNDE MÁS SE ENCUENTRAN

Suelen ubicarse en aquellas zonas donde la piel es más fina y presenta mayor riego sanguíneo: Orejas, alrededor de los ojos, entre los dedos, en la nuca, el cuello, las axilas, las ingles y la cola. Sin embargo, cuando existe infestación, el parásito se distribuye por todo el cuerpo.

SU EFECTO EN LA SALUD DEL HOSPEDADO

Hay que tener en cuenta que sólo su picadura y su saliva, provocan lesiones inflamatorias en la piel que se manifiestan con molestias y picores y que debido a que se alimentan de sangre y que pueden hacerlo de varios seres en su ciclo de vida, son importantes transmisores de enfermedades como la piroplasmosis o babesiosis, la ehrlichiosis y/o la enfermedad de lyme (ver artículo zoonosis). También pueden llevar a una importante pérdida de sangre ya que una sola hembra de garrapata ingiere ocho centímetros cúbicos de sangre, por lo que los animales que sufren infestaciones, padecerán una importante anemia que puede provocar incluso, la muerte.

NOTA: Existen animales (perros, gatos...) alérgicos a ellas y la simple ocupación de una o dos puede llevarles a sufrir verdaderos calvarios. Debemos revisar siempre a nuestros animales. De esta manera, evitaremos una infestación en ellos o que, seamos nosotros o algún otro miembro de la familia, los  “invadidos”.

LA PREVENCIÓN ES LA MEJOR CURA

Bañar al perro > Ayuda a mantener el pelo en buenas condiciones higiénicas (ver artículo “¿cómo bañar a mi perro?”)

Pipetas, collares y aerosoles > El uso de las pipetas suelen ser mensuales. La función repelente de los collares antiparasitarios suelen durar hasta seis meses. Y los aerosoles tienen una acción inmediata.

Pastillas de administración oral o vía cutánea > Son productos muy efectivos y duraderos, pero hay que tener en cuenta que no pueden usarse conjuntamente con otros productos.

Repelentes naturales

Infusión de manzanilla (mejor si es natural) > Cuando este tibia, coge un algodón, una gasa o un paño limpio, introdúcelo en la infusión, escúrrelo y aplícala por toda la piel de tu perro con cuidado.  

Pulverizar cítricos > Hervir medio litro de agua con dos limones cortados ( o naranjas). Cuando alcance el punto de ebullición, baja el fuego al mínimo, déjalo durante una hora. Después, deja que se enfríe, introdúcelo en el pulverizador y aplica el producto sobre tu perro con cuidado de que no le entre en los ojos.

Vinagre de manzana > Mezcla agua y vinagre a partes iguales, mojar un paño limpio o algodón con la mezcla, escurrirlo y humedecer la piel de tu can con él suavemente y con mucho cuidado.

NOTA: Para el uso de cualquiera de estos productos es importante que acudas a tu veterinario y te recomiende el adecuado para tu mascota ya que, factores como la edad y el entorno en el que se mueva tu peludo, son importantes a la hora de decidir por uno u otro producto. También es importante que los uses correctamente si no, pierden su efectividad.

CÓMO QUITAR LAS GARRAPATAS

Entre las hierbas, los matorrales y las zonas de bosque se encuentran habitualmente las garrapatas. Por eso, tras un paseo por el campo es aconsejable examinar a nuestro amigo.

Incluso sometiendo al perro a un tratamiento preventivo, es fácil que podamos encontrarnos con una garrapata enganchada a nuestro perro. Si la garrapata está recorriendo el pelo o la piel del perro, podrás cogerla fácilmente con un trozo de papel o unas pinzas. Pero si ya está enganchada, ¡¡CUIDADO!! Las garrapatas no se pueden extraer de cualquier manera debes ser muy cuidadoso a la hora de sacarla pues si en el estirón la decapitamos llevándonos el cuerpo y dejando la cabeza en el sitio, podría producir un absceso que llevaría a complicaciones cutáneas.

La forma adecuada para la extracción de la garrapata es la siguiente: Con unas pinzas de depilación o unas especiales para garrapatas (las puedes conseguir en el veterinario o en tiendas especializadas de animales) coges la cabeza. No tires de ella hacia arriba. Debes hacer un movimiento hacia adelante y hacia arriba, en la dirección de la cabeza de la garrapata, de esta manera, se desenganchará de la piel de tu perro y evitarás infecciones. No olvides, pasar un algodón empapado con alcohol o agua oxigenada por la zona en la que la garrapata estaba enganchada al perro para desinfectarla. También puedes, atontarla antes con aceite de oliva.

 

Probablemente, tras la extracción, la garrapata siga viva. Puedes sumergirla en alcohol o quemarla para acabar definitivamente con ella

NOTA: DEBEMOS TENER MUCHA ATENCIÓN CON LOS CACHORROS Y LAS HEMBRAS EMBARZADAS Y/O GESTANTES