LA EPILEPSIA EN LOS PERRROS
Esta enfermedad no solo afecta a los seres humanos sino
también a distintas especies de animales, entre ellas a los perros. Es una
enfermedad provocada por la actividad eléctrica acelerada de las neuronas en el
cerebro de tu mascota, es decir es un problema neurológico que afecta los
movimientos corporales los cuales son llamados ataques epilépticos.
Existen razas predispuestas a padecer ésta enfermedad. Por
ejemplo: Beagle, Pastor alemán, Caniche, Labrador, Basett Hound, Cocker
spaniel, San Bernardo, Setter, Border collie, entre otras.
Hay dos tipos de epilepsia divididas según su origen:
> La que se diagnostica y es provocada por varias
razones: Traumatismos craneales, secuelas de la meningitis,
predisposición genética, tumores etc. Y suelen tener control y tratamiento.
> El segundo tipo es la llamada "epilepsia
idiopática" y se presenta de forma desconocida y sin razón aparente, al no
tener un causante de los ataques es posible que tu mascota deba medicarse para
toda la vida.
Existen tres etapas que caracterizan esta enfermedad:
> Aura: Es el inicio del ataque. Los síntomas son descoordinación,
temblores, nerviosismo, confusión y salivación. Pueden persistir por varios
segundos o por varios días, por lo cual muchos dueños no se percatan del origen
o la gravedad de estos.
> Ictus o Ictal: Momento del ataque. El perro generalmente
cae derribado sobre un costado de su cuerpo, manifestando respuestas
involuntarias como pedaleos o patadas. El perro comenzara a salivar en exceso, perdida
de la conciencia, convulsiones, postración, pedaleo, defecación y micción.
> Postictal: Periodo de desorientación y confusión posterior
al ataque. Puede que no responda a ningún estímulo de su dueño y en algunos
casos también puede experimentar ceguera.
¿Qué hacer en caso de presenciar un ataque de epilepsia en
tu perro?
Lo más importante es mantener la calma. Si entras en pánico no podrás
ayudar a tu amigo. Debes ser rápido actuando para evitar que se golpeé, ya que sufre movimientos involuntarios y puede lastimarse. Ayúdalo con cuidado, toma sus
patas traseras y delanteras voltea su cuerpo de lado y trata de inmovilizarlo,
sin presionarlo demasiado. Si estás solo toma como prioridad la cabeza, asegurando
que no se golpeé con nada y no intentes sacarle la lengua para que no se la muerda.
Los ataques normalmente duran de 1 a 2 minutos, así que no
lo sueltes hasta que haya pasado el episodio. Una vez que el ataque ha pasado, suelta a tu mascota y
permite que se recupere tranquilamente, ya que éstos ataques dejan a tu mascota
agotada.
Si el veterinario ya le ha recomendado un tratamiento,
tú mismo puedes administrárselo cuando sufra un ataque pero, si es la primera vez, no dudes en llevarlo al veterinario para que lo examine y le de un tratamiento adecuado.
Si tu perro sufre
un ataque no olvides tomar nota de la fecha y de la duración del mismo, para
que así establezcan el tratamiento y la dosis indicados para él. No te saltes
el tratamiento que haya indicado el veterinario, pues el único fin de este es
reducir al mínimo los ataques epilépticos en tu perro.
Si tienes niños en casa, evita que sean testigos de los ataques epilépticos de su querido amigo, pues puede
resultar desagradable para ellos.
Comentarios
Publicar un comentario