PONER BOZAL A NUESTRO PERRO

El bozal debería formar parte de los objetos de cada perro, junto con la correa, el collar, el arnés, el comedero, el bebedero, los juguetes, la camita, la cartilla sanitaria, la chapa identificativa, etc. Es un utensilio que se utiliza para cubrir el hocico del perro y que sirve para evitar que el perro pueda morder o comer. 

Hay razas consideradas PPP (Perros Potencialmente Peligrosos) que por ley deben llevar siempre que circulen por lugares públicos bozal , otros que, sin serlos, lo necesitan y otros a los que se les ponen por ser aspiradores (comen cualquier cosa del suelo)


Antes de utilizar el bozal debemos informarnos bien de los diferentes tipos que hay en el mercado y cual es el más adecuado para nuestro perro y una vez comprado, debemos habituar a nuestro amigo a llevarlo sin que ello suponga un trauma para él.
PASOS PARA PONER UN BOZAL A NUESTRO PERRO
  1. Mostrar al perro el bozal, dejar que lo huela y entregarle enseguida una chuche (salchicha de franfurt, chope, jamón dulce, golosinas para perros....)
  2. Guiarlo para que coloque el hocico en el bozal siguiendo un señuelo de comida, colocado en el fondo del bozal. (se intenta conseguir que el perro colabore activamente y acerque él mismo el hocico al bozal).  Si el perro muestra signos de evitación, hay que ir más poco a poco.
  3. Aumentar el tiempo durante el cual el perro tiene que mantener el hocico en el bozal para recibir un premio en comida. Para esta fase es importante poder dar premios al perro mientras tiene el bozal puesto.
  4. Mientras el perro tiene el hocico en el bozal, acercar las cintas que sirven para atar el collar a la parte trasera del cuello pero sin cerrarlas, premiar y quitar el bozal.
  5. Repetir lo mismo que antes pero en este caso cerrar las cintas detrás del cuello del perro, premiar y quitar el bozal. Al principio las cintas deben estar un poco “sueltas”: a medida que el perro se ha acostumbrado a llevar el bozal, se pueden ir acortando las cintas hasta que el bozal esté bien colocado.
  6. Si hemos conseguido atar el bozal y el perro intenta quitárselo con la pata: es mejor distraerlo llamando su atención sobre algo diferente y cuando esté distraído, quitarle el bozal y así, progresar correctamente en el proceso de habituación.
  7. Aumentar de forma progresiva el tiempo durante el cual el perro tiene el bozal puesto.
  8. Cuando el perro ya tolera llevar el bozal, hay que acostumbrarle a moverse llevándolo puesto.
  9. El paso siguiente es poner la correa y realizar desplazamientos dentro de casa.
Una vez están realizados estos pasos es hora de salir a la calle. Debemos tener en cuenta de que deberemos seguir trabajando con nuestro amigo mientras paseamos para que asocie de manera positiva llevar el bozal 

NOTA: El bozal es efectivo solo si es de la medida correcta y si está bien ajustado, con lo cual, si la talla del bozal el correcta, hay que medir bien la longitud de las cintas para que el bozal esté bien puesto. Si no está bien ajustado, con una leve presión saldrá de su posición.



¿CUANDO BEBERÍA LLEVAR EL BOZAL?
>  El uso del bozal es obligatorio Para viajar en muchos medios de transporte, como por ejemplo en los trenes de RENFE Cercanías, en los viajes en barco en los desplazamiento fuera del área destinada a los animales de compañía, o en el metro de Barcelona.
>  Si es considerado PPP según  Real Decreto 287/2002
>  Si manifiesta un carácter marcadamente agresivo o si ha protagonizado agresiones a personas o a otros animales (en este caso la potencial peligrosidad habrá de ser apreciada por la autoridad competente bien de oficio o bien tras haber sido objeto de una notificación o una denuncia, previo informe de un veterinario, oficial o colegiado, designado o habilitado por la autoridad competente autonómica o municipal)
>  Al Real Decreto 287/2002 se suman las obligaciones previstas en las leyes autonómicas y las ordenanzas municipales que podrían ampliar la obligatoriedad del bozal a otras circunstancias.

DIFERENTES TIPOS DE BOZALES


>  Bozales de tela o nailon, llamados también bozales de tubo

Tienen forma de cilindro o tubo abierto por delante. Para ser efectivo contra las mordeduras este bozal tiene que ir ajustado al hocico del perro. Algunos tienen incluso un velcro para adaptarse mejor al hocico del perro. Sin embargo, al prevenir las mordeduras también previenen que el perro abra la boca, de manera que el perro no puede jadear. El jadeo es un comportamiento fundamental para regular la temperatura corporal y es especialmente importante cuando hace calor, cuando el perro hace ejercicio o en situaciones estresantes.


En Barcelona, la reciente Ordenanza sobre Tenencia de Animales, en vigor desde el 1 de Octubre 2014, prohíbe su uso, así como el uso de cualquier bozal que impida al perro abrir la boca en su interior.
> Bozales de cesta
Suelen ser de plástico, metal o cuero. Tienen la característica de tapar por completo la boca del perro, incluso por delante: impiden así que el perro muerda pero no le impiden que abra la boca, jadee, beba, coma premios en comida. De hecho, a pesar de que muchas personas rechacen este tipo de bozal debido al aspecto de peligrosidad que confiere al perro, los bozales de cesta son más cómodos y seguros de llevar que los bozales de tela y se pueden utilizar durante períodos de tiempo más prolongados.



>  Bozal Baskerville Es de un material extremadamente resistente y duradero, aunque maleable y suave al tacto. Es rápido y fácil de montar y el relleno de neopreno asegura su comodidad. Se usa frecuentemente en los procesos de modificación de conducta. Permite al perro beber agua, jadear, comer premios si el adiestramiento lo requiere e incluso lamerse. Otra de las características que lo hacen diferente es el modo de agarre al cuello. Consiste en tres tiras de neopreno que fijan el bozal a la parte de la garganta y se unen al collar del perro garantizando que no se lo saque




>  Bozales de cuero cerrados
Dentro de los de cuero podemos encontrar los mismos modelos tubular y cerado que en tejido de nylon aunque mucho más rígido y opresivo. No tienen una ventilación adecuada para nuestro perro, llegando a cerrar la entrada de aire.




Últimamente se ha puesto en auge el uso del collar de cabeza como si fuera un bozal y este mal uso por parte de muchos propietarios puede traer consecuencias con otros perros y una multa por parte de la policía. El collar de cabeza es una herramienta que ayuda a enseñar al perro a no tirar de la correa y se caracteriza por tener un asa de nailon que pasa alrededor del cuello del perro y otra que pasa alrededor de su hocico y que lleva el enganche de la correa. A pesar de su parecido con un bozal de tela, el collar de cabeza no impide al perro abrir la boca, jadear, ladrar, comer, beber y por supuesto... tampoco le impide morder. Así que no vale utilizarlo en las situaciones donde es obligatorio poner un bozal al perro.




Para elegir bien se tiene que pensar en las características del perro y sobre todo en su tamaño y en la forma del hocico.

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